Hoy en el Festival veremos a elencos de Buenos Aires y de Santa Fe con muy buenas obras
Suben hoy a escena "Caso hermanas", en la Asociación Bancaria, y "El Acompañamiento", en el Centro Cultural Soriano.
Continúa hoy el VII Festival Nacional de Teatro organizado por la Asociación Argentina de Actores de Mar del Plata y en el que intervienen más de treinta elencos de todo el país.En la fecha, las actividades se cumplirán en La Bancaria y en el Centro Cultural Osvaldo Soriano.
A las 20, en la sala "Arturo Jauretche" de la Asociación Bancaria -San Luis 2069- se presentará la obra "Caso hermanas", de Patricia Pieragostini, a cargo de un elenco santafesino que integran Patricia Alvarez, Claudia Correa, Fabiana Sinchi y María Laura Varela, bajo la dirección y puesta en escena de Patricia Pieragostini y Ricardo Rojas.
Son cuatro hermanas diferentes pero igualadas por la obsesión por la limpieza, intentando borrar aquello siniestro que las une.
Humor, patetismo y rituales de higiene se observan en esa casa que las mantiene aisladas. ¿Qué limpian?, ¿qué comen?, ¿qué sueñan?.
A las 21, tendrá lugar en la sala A del Centro Cultural Soriano -25 de Mayo y Catamarca- la presentación de la obra de Carlos Gorostiza "El Acompañamiento", por parte de un elenco de la ciudad de Buenos Aires. Dirigida por Pedro Kochdilian, será interpretada por Alejandro Sacchetti en el personaje de Tuco y por Jorge Booth, como Sebastián.
Esta pieza es una de las obras esenciales del movimiento "Teatro Abierto". Podría catalogarse como una de las mejores obras breves del teatro de Carlos Gorostiza, ese gran dramaturgo que le dio al teatro nacional una importante renovación durante el siglo pasado. Cargada de una potencia emotiva inaudita en comparación a su brevedad, la obra nos presenta a Tuco, un hombre ya grande cuyo sueño de ser cantante de tangos nunca ha podido ser realidad y, para sobrevivir a esa realidad que comprende pero no quiere aceptar, se sumerge en una especie de locura, encerrándose en su habitación a cantar y practicar para cuando lo vengan a buscar, atemorizando a su familia que no tiene otra opción que recurrir a Sebastián, su viejo amigo de toda la vida, para intentar convencerlo de que "esa época ya pasó", que lamentablemente hay sueños que quedan atrás.
Cuando Sebastián entra en escena, se desarrollan situaciones entre dramáticas y risueñas, que muestran lo cruel que la vida puede ser muchas veces con los sueños más queridos. Entre idas y vueltas, Sebastián va a entrando de a poco en el mundo de ensueño de Tuco, muy a su pesar, porque ese ingreso le demuestra que a él también le cuesta sobrellevar la pérdida de esos deseos profundos, de ser otra cosa, o de llevar una vida diferente.